Senior mujer hispana trabajando con pesas

La importancia del entrenamiento de fuerza en las mujeres

Todos deseamos poder volver atrás en el tiempo y desacelerar el proceso de envejecimiento. Al envejecer, la energía y la fuerza de las mujeres tiende a disminuir. Trasladarse, cocinar, limpiar, hacer las compras y seguir el ritmo a sus nietos puede volverse más desafiante.

El entrenamiento de fuerza puede ayudarla. El ejercicio mejora la fuerza muscular y la densidad ósea, lo cual es importante para las mujeres, dado que pierden densidad ósea con mayor rapidez tras la menopausia. Mantener la fuerza es fundamental para asegurar la independencia y un proceso de envejecimiento sano.

¿Qué es el entrenamiento de fuerza?

El entrenamiento de fuerza o resistencia requiere que nuestros músculos se contraigan para levantar un objeto pesado contra la fuerza de la gravedad. Puede hacerlo levantando peso con máquinas, pesas sueltas, balones medicinales o bandas de resistencia. También puede hacer ejercicios con el peso del cuerpo, como flexiones de brazos, sentadillas o yoga.

Los músculos deben adaptarse y fortalecerse. También ayuda a prevenir y controlar muchos problemas de salud relacionados con la edad, como la osteoporosis, la artritis y las enfermedades cardíacas. Además, se ha demostrado que el entrenamiento de fuerza periódico mejora la función cognitiva y reduce el riesgo de tener demencia.

Es importante notar que el entrenamiento de fuerza puede ser relativamente fácil y durar un tiempo. Agregar el entrenamiento de fuerza a la rutina diaria, incluso en períodos cortos, puede tener beneficios a largo plazo considerables, y pueden hacerse adaptaciones para cualquier limitación física o la afección.

Algunos ejercicios recomendados para las mujeres de 60 años o más incluyen:

  • Remo con bandas de resistencia
  • Equilibrio en una pierna con movimiento
  • Pasos laterales con banda de resistencia
  • Ejercicios con step
  • Sentadillas con peso
  • Yoga en una silla
  • Ejercicio aeróbico en el agua
  • Natación
  • Tai Chi: según las investigaciones, este ejercicio ancestral tiene muchos beneficios de salud e incluso mejora el equilibrio. También ayuda al cuerpo a mejorar la propiocepción en el espacio y reduce el riesgo de caídas.

Siempre se recomienda consultar a un proveedor de atención médica antes de comenzar un nuevo régimen de ejercicio.

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